Carta Magna

La base democrática española: 30 años de Constitución

6 de diciembre de 1978

En el año 1936 estalló en España la llamada “Guerra Civil” que enfrentó a los ciudadanos del país durante 3 años. El bando franquista, vencedor de la contienda, dio lugar a una dictadura en la persona de Francisco Franco que duró casi 40 años. En 1975 Franco falleció, dando paso a la etapa denominada “Trancisión democrática”, encargada de conducir el país hacia la Democracia. Uno de los pilares fundamentales para conseguir tal paso fue la Constitución, aprobada por los ciudadanos españoles en diciembre de 1978.

Elaboración de la Constitución

Muerto Franco, y con el Rey en la jefatura del Estado, Adolfo Suárez fue nombrado Presidente del Gobierno. En 1977 se convocaron Cortes Constituyentes, con el objetivo de elaborar un texto constitucional.

Se eligió a 7 políticos, representantes de cada una de las corrientes ideológicas de la época en el gobierno, como encargados de la redacción del texto. El borrador de la Constitución se aprobó por mayoría absoluta en las dos cámaras representativas del pueblo en España: el Congreso y el Senado, pero faltaba la voluntad del pueblo, demostrada en el referéndum de 1978, con un rotundo SI como resultado. El 29 de diciembre, la Constitución entraba en vigor.

Bases de la Constitución

Formada por 169 artículos y aprobada por primera vez con la mayoría absoluta en las dos cámaras, acababa con las normas establecidas durante la etapa de Franco y abría a España a una nueva etapa de democracia.

El primer gran cambio fue la coronación de Juan Carlos de Borbón como Rey de España, instaurando la monarquía parlamentaria como forma de Estado. Sin embargo, la “bomba” política del texto fue la creación de un “Estado de Derecho”, estableciendo que desde ese momento, España se iba a regir por unos principios de legalidad, como por ejemplo la seguridad política (los derechos de las personas que por algún motivo eran detenidas) o la responsabilidad de los cargos públicos (estableciendo su igualdad con los ciudadanos de a pie).

La Constitución, además, establecía normas como la obligación del Estado a asegurar los derechos principales y prestaciones sociales (vivienda, educación…), la soberanía popular (el poder está en el pueblo) o la división de España en diferentes Comunidades Autónomas.

El papel de la Constitución

La Constitución supuso para el país el primero de los mecanismos institucionales que iban a marcar el paso de la época dictatorial de Franco a la etapa democrática de la historia del país. Aunque poco original, extensa y un tanto ambigua, este texto se convirtió desde ese momento y hasta la actualidad, en el pilar fundamental sobre el que el Gobierno, sus instituciones y los ciudadanos se apoyan para continuar con la democracia y no caer en los errores del pasado.