Caótica Ana

Ayer se me ocurrió ir, muy bien acompañado,a ver la película "Caótica Ana", de Julio Médem. Ya había visto el trailer así que me esperaba algo parecido. Pero no tan sumamente brutal.

Caótica Ana narra la historia de Ana, una chica criada en una cueva de Ibiza que se gana la vida poniendo copas y vendiendo sus cuadros. Un día, una mecenas francesa le ofrece un lugar en su escuela de Madrid, donde se traslada nuestra protagonista. Allí, y una vez casi liberada de su antigua vida, empieza a experimentar extrañas sensaciones y recuerdos que gracias a unas sesiones de hipnosis le descubrirán memorias y escenas de vidas anteriores: su auténtico caos interior.
No sé muy bien como describir mi sensación al salir de la sala. Caótica Ana es una película un tanto larga y empalagosa pero he de reconocer que tiene una serie de escenas y diálogos que consiguieron revolver mi interior. La escena del baile con su padre al son de agárrate fuerte a mí, María hizo mil pedazos mi corazón. La escena en la que Ana recuerda las numerosas muertes de sus antepasadas y las numerosísimas espirales de locura en las que se sumerge la protagonista consiguieron convulsionar mi pequeño y regordete cuerpo.
Asumo perfectamente mis casi ignorantes conocimientos del cine. Tengo claro que no soy quien para poder hablar como un auténtico sabio del cine de Médem (o de cualquier otro). Sé que no soy un entendido. Pero soy persona. Quizá he visto Caótica Ana desde un cerebro un tanto ignorante en esta materia, pero he de admitir que muy pocos elementos audiovisuales han conseguido despertar en mí tantas emociones. Tantas, que incluso llegué a bracear en el cine. Tantas que el paseo solitario de vuelta a casa se convirtió en un auténtico caos interior. Tantas.

Manuela Vellés, una magnífica Ana. Una nueva diosa para mi Olimpo. Una gran Charlotte Rampling y una sorprendente Bebe. Y, una vez más, salgo del cine con la alegría de decir: "Joder, no he desperdicicado 5 euros"

Más que un chico Almodóvar

La escoria de “Aquí hay tomate” ha debido sufrir un bajón en sus estudios científicos sobre cuestiones de la humanidad tan relevantes como la ficha policial de Isabel Pantoja o la talla de las bragas de la Duquesa de Alba, ya que ahora han decidido ir a por Pedro Almodóvar y a por uno de los dos varones que ostentan el título de “Chico Almodóvar”: nuestro malagueño internacional Antonio Banderas.

En esta ocasión las privilegiadas y avanzadas mentes del programa han decidido investigar y sacar a la luz una posible relación sentimental entre el actor y el director manchego. ¿Y de donde se han sacado eso? De dos premisas muy claras: el hecho de que Antonio impulsara su carrera gracias a Almodóvar y que haya interpretado papeles homosexuales en las películas de éste.

En primer lugar, han intentado dejar claro que Antonio ha ascendido en el mundo del cine gracias a Pedro, pero no por sus méritos como intérprete sino por haberle metido el manubrio hasta el segundo apellido a mi querido director. Está claro que no todo el mundo empieza a triunfar desde el primer momento en que se lo plantea (excepto quizá Doña Leticia Ortiz), así que, ¿porqué hablar sobres estas tonterías? Si Antonio tuvo que felar o penetrar a Pedro, no creo que sea algo que nos interese. Y si ha llegado hasta donde lo ha hecho, ¡ole!

Después, han decidido basar sus realmente asombrosas tesis en las interpretaciones de Antonio Banderas en “La ley del deseo” y “Laberinto de pasiones”. En ambas, el malagueño interpreta a un joven homosexual. De hecho, la escena con Eusebio Poncela en “La ley del deseo” está dando vueltas por todo Telecinco gracias a la basura de “Aquí hay tomate” u “Hormigas blancas”. Supongo que es eso lo que más les habrá chocado: el seco, directo, conciso y tremendo polvo que Eusebio le echa a Antonio en una de las escenas más polémicas del film. Lo que me extraña es que no se acuerden de la más que sublime escena de sexo con Victoria Abril en “Átame” o el gracioso encuentro con Eva Cobos en “Matador”. Parece que sólo les interesaba un vis a vis con varones.

Respecto a Antonio Banderas, sólo me queda decir que es un gran actor, y que he visto pocas interpretaciones como las suyas en “Matador”; “Átame” o la mismísima “La ley del deseo”, en la que el muy cabrón borda el papel de amante celoso.

Respecto a los programas me ha parecido más que asqueroso el reportaje emitido en el Tomate y el avance del que saldrá en “Hormigas blancas”. Eso no es Periodismo. Es basura. Para los que me conozcáis, sabéis de sobra mi más que profunda admiración por Almodóvar. He intentado ser objetivo, pero no he podido. Lo siento. Además es mi blog y escribo lo que quiero. La próxima vez que vuelva a ver algo parecido también lo pondré, no os preocupéis. Mientras tanto veamos cuanto tardan en decirnos que Penélope consiguió el papel de Raimunda en “Volver” gracias a una excelente mamada o que Cecilia Roth consiguió el suyo en “Todo sobre mi madre” gracias a un juego perfecto de consoladores y vodka.

Pedro, sigues siendo mi favorito.

"Callejeros"

“Callejeros” es el programa de reportajes de investigación que emita Cuatro todos los viernes. Para los que dicen y decimos que nuestra televisión deja mucho que desear hemos de alegrarnos de que exista algo como este programa.

Cada viernes, un grupo de reporteros muestran a la audiencia sus reportajes sobre temas polémicos, quejas ciudadanas o simplemente aspectos curiosos de nuestras gentes.

“Callejeros” nos ha dejado auténticos frikis que han arrasado en youtube o en los zappings. Magníficos esperpentos como la chica estudiante de medicina con algo en el pelo o la fabulosa familia gitana que celebra un “arrejuntamiento”.

Los reportajes muestran de un modo bastante directo la realidad del tema que quieren tratar. Por ejemplo, uno de los más espeluznantes, emocionantes y a la vez más desagradables: el parto del niño que podéis ver en una parte de este video.

En mi opinión, un programa que no podemos dejar de ver. Y, si no contribuimos a su audiencia, al menos deberíamos grabarlo porque realmente merece la pena, tanto cuando tratan temas alegres como cuando lo hacen de desgracias humanas.

Directos, claros y concisos. Callejeros.

Cuidar a la gente

Conoces a gente que cambia tu vida. Nuevas personas que te provocan cargas y cargas de sentimientos y sensaciones novedosas. Pero como todo nuevo, hay que cuidarlo. Sino, ya se sabe como acaba todo: jerseis en la basura, platos rotos... Sólo tenemos que saber como es la otra persona, entenderla y ceder un poco. "Empatizarnos" y así poder cuidarlos y cuidarlas con mayor tranquilidad. Porque a veces, sin saberlo, podemos incomodar a los otros.

"Cinco hermanos"


Como todo buen verano que se precie, he tenido que engancharme a una serie de televisión. Si el año pasado fue con las disparatadas historias de los pijos amargados de "The O.C.", este año me he aficionado a las corredurías de la familia Walker, los protagonistas de "Cinco hermanos".


Emitida por Cuatro todos los martes a las 23:00, narra la historia de una familia, dueña de una empresa alimenticia, que pierde al patriarca. Desde ese momento y con la vuelta de una de las hijas, Kitty, "Cinco hermanos" nos cuenta como los miembros evolucionan en sus propios campos y problemas, eso sí, siempre bien atados a los tejemanejes de Nora, la matriarca.


Conocida en USA como "Brother & Sisters", incluye fuertes dosis de humor sobre los temas más punzantes de la política estadounidense. En mi opinión, una serie bastante recomendable. Además, nos reencontramos con Calista Flockhart (que no aparecía por la Tv desde la mítica Ally), Sally Field (sorprendentemente mayor) o Emily Van Kamp (Amy en la ñoñería repelente que era "Everwood").


"Cinco hermanos". Calista Flockhart (como Kitty); Sally Field (como Nora); Rachel Griffiths (como Sarah); Baltazhar Getty (como Tommy); Matthew Rhys (como Kevin); Dave Annable (como Justin); Patricia Wettig (como Holly) y Rob Lowe (como Robert)