Caótica Ana

Ayer se me ocurrió ir, muy bien acompañado,a ver la película "Caótica Ana", de Julio Médem. Ya había visto el trailer así que me esperaba algo parecido. Pero no tan sumamente brutal.

Caótica Ana narra la historia de Ana, una chica criada en una cueva de Ibiza que se gana la vida poniendo copas y vendiendo sus cuadros. Un día, una mecenas francesa le ofrece un lugar en su escuela de Madrid, donde se traslada nuestra protagonista. Allí, y una vez casi liberada de su antigua vida, empieza a experimentar extrañas sensaciones y recuerdos que gracias a unas sesiones de hipnosis le descubrirán memorias y escenas de vidas anteriores: su auténtico caos interior.
No sé muy bien como describir mi sensación al salir de la sala. Caótica Ana es una película un tanto larga y empalagosa pero he de reconocer que tiene una serie de escenas y diálogos que consiguieron revolver mi interior. La escena del baile con su padre al son de agárrate fuerte a mí, María hizo mil pedazos mi corazón. La escena en la que Ana recuerda las numerosas muertes de sus antepasadas y las numerosísimas espirales de locura en las que se sumerge la protagonista consiguieron convulsionar mi pequeño y regordete cuerpo.
Asumo perfectamente mis casi ignorantes conocimientos del cine. Tengo claro que no soy quien para poder hablar como un auténtico sabio del cine de Médem (o de cualquier otro). Sé que no soy un entendido. Pero soy persona. Quizá he visto Caótica Ana desde un cerebro un tanto ignorante en esta materia, pero he de admitir que muy pocos elementos audiovisuales han conseguido despertar en mí tantas emociones. Tantas, que incluso llegué a bracear en el cine. Tantas que el paseo solitario de vuelta a casa se convirtió en un auténtico caos interior. Tantas.

Manuela Vellés, una magnífica Ana. Una nueva diosa para mi Olimpo. Una gran Charlotte Rampling y una sorprendente Bebe. Y, una vez más, salgo del cine con la alegría de decir: "Joder, no he desperdicicado 5 euros"

5 comentarios:

Diego Giménez dijo...

N del A: No entiendo el caos de entrada (oj, qué místico soy) pero está claro que no sé ordenar párrafos. Creo que es por las fotos, no sé.

Reverendo Gore dijo...

No pienso verla, la vendes muy bien (incluso con spoilers incluidos, tienes que tener en cuenta que pocos la habrán visto...vigila tus palabras diego), pero gastarme euros por apoyar el cine sectario que es el de España...pues eso.
Aunque sea de Julio Médem...últimamente está muy raro, además yo me veía las anteriores porque salía Emma Suárez y Silke...

petra dijo...

Jajaja me quedo con tu nota de autor!

Grandioso! Y sí, caos interior tenemos todos, así que no te apures.

Ya veré si veo la peli. Veré si veo, veo si veré... en fin. Sí, ese es mi caos! el de las palabras oj!

Búuu*

Freud-Seraphin Stanlake dijo...

Julio Lynch.

Se nos ha vuelto loco el Médem, parece que ya empieza a chochear. Atrás quedaron los grandísimos diálogos de "Los amantes del círculo polar", única película que he visto de este tío y me ha gustado (bueno, no me gustó, me enamoré de ella), las demás que he visto de él no me han gustado mucho (¿qué coño es "Lucía y el sexo"? porque una película no; ¿y "Tierra"? no hay por donde cogerla). La de "La pelota vasca" y "La ardilla roja" las mantengo guardadas en mi eterna lista de "Películas que debo ver antes de morir" aunque supongo que me decepcionarán, como me ha decepcionado "Caótica Ana".

Con su cortometraje en "Hay motivo" (el cual no está mal, aunque supongo que habrá que ver "La pelota vasca" para entenderlo del todo) no se pudo vaticinar una ida de olla como la que ha tenido en su última película, pero con "Lucía y el sexo" lo anunció a voz en grito, y ahora tras visionar la trilogía caótica de David Lynch (que seguro que la ha visto recientemente) ha hecho una película que no hay por donde cogerla y que nada tiene explicación (algo que Lynch sabe manejar pero que a Médem se le ha escapado de las manos), algo que de entrada puede resultar tentador pero que tras abandonar la sala te hace preguntarte: "¿qué coño acabo de ver?" e intentas darle una explicación propia (como cuando terminas de ver una película de Lynch) pero te acabas dando cuenta de que no es que Médem haya intentado hacerte pensar sino que mientras estaba dirigiendo la película se ha estado comiendo setas alucinógenas con compañía de Lluis Homar (porque sino no me explico por qué coño ha aceptado este papel).

Posdata: cuando alguien vea esta "película" que me explique el final por favor, ya que Diego tampoco me ha podido facilitar una respuesta.

Carlota Gomar dijo...

Como la gran mayoría he tratado de entender esta película hasta que me han aconsejado que no lo haga, dado que esta película no consiste en entenderla, igual que el final. No es para nada real, creo que eso todos lo sabemos. Debemos quedarnos con la esencia, con cada vida, con cada momento, todo está relacionado, pero a la vez, cada escena es una película en si, como si fuera un capítulo de una serie.

Increible, así defino yo esta de Medem.