Dame pequeña morena

Dame pequeña morena todo lo que te pido. Escúchame, morena, pues sin ti esto no es vida. Recordarte y amarte. Cada vez más en silencio. Cada vez más, callando a mi corazón. En un antiguo desvelo que el destino fortuito ha vuelto a descorrer.

Dame pequeña morena tus ojos. Increíbles océanos marrones que me hipnotizan. En los que me perdería como en un pozo sin fondo. Unos ojos como un acantilado por el que me despeñaría sin sentido.

Dame pequeña morena tu cuerpo. Perfecto, sin rival. Sin antecedentes impuros que lo manchen. Auténtico lienzo sin pintar. Dame pequeña morena tu cuerpo porque lo quiero abrazar. Porque quiero que sea mío, pequeña, y junto a él, abrazado poder dormir.

Dame pequeña morena tu pelo. Auténtico hilo de Dios. Melena propia de la divinidad con el que con tanto estilo, morena, seduces al viento.

Dame tú, pequeña morena, porque me tienes loco. Y desciendo a la infinidad del infierno por ti. Dame, morena, una salvación, a este purgatorio, pequeña, que tan enigmatizado me tiene.

Dame tú, morena…

Escenas de matrimonio

No es, ni de lejos el mejor programa de humor en la televisión española actual pero “Escenas de matrimonio” está consiguiendo sorprendentemente un importante hueco entre los hogares españoles. Y entre las audiencias, porque ya llevan varios días consiguiendo los minutos de oro y colocarse entre los primeros puestos de los programas más vistos del día en Telecinco.

El espacio, sustituto de la maravillosa “Camera Café” es heredero de uno de los brevísimos espacios de la pantochada que cubría las noches de los sábados para las personas mayores, “Noche de fiesta”. “Los matrimonios”, como vulgarmente se conocen por la calle cuentan las situaciones a las que se presentan tres parejas: unos novios que viven juntos, un matrimonio de casi 20 años y unos ancianos que llevan juntos 8 lustros.

Su humor no es el mejor. Sus guiones tampoco. Pero no vienen nada mal. Porque volvemos del trabajo o de clases agotadoras y nos apetece cenar con algo relajante y, aunque no nos riamos mucho, logramos desconectar de todo. Y como buen entretenimiento que es la televisión (en una de sus facetas), con esto lo cumple al 100%.

Irán ahorca a sus homosexuales

Irán, el país de Ahmadineyad, ahorca, a ladrones, delincuentes, violadores y narcotraficantes junto a adúlteros y homosexuales por "atentar contra la seguridad ciudadana". Además, se asegura que en este grupo de personas se suelen colar detractores del régimen cuyas voces "deben" ser silenciadas.

Terrible.

Hairspray vs. Hairspray

Hace una semana más o menos acudí al cine a ver la nueva versión de la película “Hairspray”. A los pocos días, un buen amigo me dijo que esperaba una entrada aquí en la que comparara las dos versiones ya que yo, al intentar descargarme la película, me bajé la versión antigua. Para poder compararlas según mi punto de vista, lo he estructurado en varias confrontaciones entre ambos films. La versión original será llamada “Hairspray” y la nueva “Hairspray 2007”

Divine vs. John Travolta: Ambos interpretendo a Edna Turnbland. John Travolta supera en exceso la interpretación de la desagradable Divine. En “Hairspray 2007” Travolta consigue revivir un personaje que en la original permanece casi en segundo plano, y consigue hacerla, incluso, una agradable oronda.

Nikki Blonsky vs. Ricki Lake: Las dos Tracy Turnbland. Aunque el papel es el de una joven gordita, adorable, bondadosa, soñadora y enfermiza, la protagonista de “Hairspray” decide pasarse todos esos adjetivos por la laca, otorgando a Blonsky una perfecta interpretación de lo que Tracy debería ser. Además, canta y se mueve mucho mejor.

Michelle Pfeiffer vs. Debbie Harry: Como la señora Velma Von Tussle. “Hairspray 2007” de la oportunidad a esta “malvada” a cumplir los sueños que desea a su hija: conseguir más primeros planos. Este personaje se crece en la nueva versión, y es gracias a la talentosa, y un poquito floja, Pfeiffer. Imposible compararlas porque a Pfeiffer le han dado un protagonista y a Harry una mera y maleducada secundaria.

Leslie Ann Powers vs. Amanda Bynes: Ambas como la mejor amiga de Tracy, Penny. Bynes está muy floja (aunque como varón he de decir que como una diosa) comparando con su precedente de “Hairspray” ya que Powers consigue bordar el papel de chica despistadeta, medio cateta pero también enamoradiza, cosa a la que Bynes podría haberse acercado muchísimo más.

Michael St.Gerard vs. Zac Efron: Los dos como Link Larkin. Iguales. Ambos son guapos, con buena voz y buenos movimientos. Y ambos consiguen cumplor con su papel de ligón, capaz de dejar a su espectacular novia por la oronda y adorable Tracy.

Christopher Walken vs. Jerry Stiller: Aunque Stiller aparece en las dos versiones, es en la primera donde actúa como Wilbur Turnbland. Pero sin superar a Walken, más divertido y esperanzador que su antecesor. Y por supuesto más enamoradizo, aunque claro, no es lo mismo la barba de Divine que los flácidos postizos de Travolta.

Ruth Brown vs. Queen Latifah: Ambas como Motormouth Bell. Al igual que con el papel de Velma, Motormouth Bell adquiere mucho más protagonismo y planos gracias a la luchadora y magnífica Latifah, a años luz de su antecesora.

Coleen Fitzpatrick vs. Brittany Snow: Como Amber Von Tussle. Como niña pija, insoportable y humillada están las dos sublimes, pero Snow se pasa un poco bastante, otorgando a la anterior actriz el papelón de niña consentida que la guapa rubia podría haber bordado en “Hairspray 2007”

Shawn Thompson vs. James Marsden: Los dos como Crony Collins. No se pueden comparar, ambos están perfectos en su versión. Thompson como clasicón guaperas y Marsden como atractivo del siglo XXI pese a la ambientación del film.




Hairspray vs. Hairspray (07): Aunque el argumento, la mayoría de las situaciones y todos los personajes son iguales en ambas versiones, no tengo otro remedio que darle a “Hairspray 2007” mi voto de confianza. ¿Por qué? Porque fue la que me hizo reir, la que me hizo disfrutar con las canciones, la que me hizo pasármelo bien. “Hairspray 1988” fue una de las cosas más aburridas que he visto nunca. Y, por supuesto, no voy a cometer el pecado de comparar los números musicales que, aunque en “Hairspray 2007” pecan de exceso, son insuperables respecto a los ínfimos pasos de la original. Una magnífica banda sonora y una gran película, con la que pasar un buen rato y poder animarte fácilmente. Shankman 10 puntos. Waters. -5 puntos.

Sally Field, censurada en los Emmy

La reconocida y veterana actriz Sally Field fue censurada durante su discurso de agradecimiento en la pasada edición de los premios Emmy. Field, galardonada gracias a su interpretación de Nora Walker en la serie “Cinco hermanos” incluyó en su discurso la magnífica frase "Si las madres mandaran en el mundo, no habría ninguna maldita guerra en primer lugar"

En opinión de los censores de la cadena FOX, la palabra “maldita” (en inglés, god-damned) no era apropiada, y por ello decidieron, vergonzosamente, evitar la frase. Como todos sabemos, desde casos como el de Janet Jackson y su pecho, las ceremonias de gran repercusión pública como los Oscar, o en este caso los Emmy, se emiten con segundos de retardo. Tiempo justo para que los censores cortaran la voz de Field y cambiaran, sin cortarse un pelo, de plano tal y como podéis ver en este video. Es, simplemente, VERGONZOSO.

No fue la única, ya que la también actriz Katherine Heigl, de "Anatomía de Grey", fue censurada en varios momentos debido a palabras no-correctas. Tendríamos que recordar que no es la primera vez que la actriz que da vida a Nora Walker en “Cinco hermanos” se manifiesta contra la estupidez de Bush, ya que en la propia serie da vida a una madre cuyo hijo menor se ve obligado a irse a Irak. Es por eso por lo que su frase y su discurso adquieren más sentido. Y, en mi opinión, sensatez.

El partido republicano, el gobierno y los seguidores de Bush y la estupidez de parte de la sociedad norteamericana se han vuelto a poner de acuerdo para sacar a la luz a una palabra que, en mi opinión, da más que asco: CENSURA. Arriba Sally Field y todos aquellos que se/nos manifestamos contra la holgazanería, inaptitud e idiotez de Presidente Americano.

Espero que la FOX no lea esto porque releyéndolo me he dado cuenta de que hay muchas palabras “malsonantes”.

El secreto de la boda

¿Puede que me hayan entrado ganas de casarme? Siempre he puesto a parir a las parejas que deciden casarse. Quizá por mi falta de fe. Quizá por mi dificultad de agarrarme a los compromisos en el tema del amor. Quizá por mi falta de táctica, ganas e ilusión por encontrarlo. Pero hoy, y quizá durante algún tiempo, cambie mi opinión. ¿Y todo esto porqué? Pues porque ayer fui a una boda y mi punto de vista ha cambiado (de momento)...

Porque los novios iban realmente espectaculares. El, muy guapo, y ella, impresionante. ¿Y qué decir de los invitados? Hombres corbateados a un lado y maravillosas damas increiblemente decoradas por otro.

De la ceremonia tengo que destacar al coro.Si, un grupo de jotas amigos de la novia entonaron todas las canciones de misa. Fue realmente espectacular y emotivo.

De la cena, a los amigos de los novios. Nunca había visto tanta animación en una boda. Y ahora lo tengo claro, una cena de boda sin los amigos coreando no es una buena cena. Lo mejor fue el "duelo": por un lado, familiares y amigos de la novia "la novia,la novia, la novia es cojonuda" e ídem con la parte del novio luchando encarnecidamente por ver quien gritaba más o quien sacudía más fuerte las servilletas. Fantástico. Por supuesto, ganamos los de la novia.

Luego vinieron los detalles de los novios a los invitados y una sorpresa: por la puerta aparecieron varios amigos del novio con tambores, ya que éste pertenece a una cofradía, y estuvieron unos minutos tocando ante ellos. Espectacular.

Tras el vals de honor, un par de canciones y un gintonic, me fui. Pero creyendo saber el secreto de toda boda. No son los vestidos. No es el maquillaje. Es el simple hecho de tener a tu familia más cercana y a los más próximos de tus amigos acompañándote en tu unión con la persona a la que más amas en el mundo. Y, el simple hecho de imaginarme con toda mi gente alrededor (con carrera exitosa o no, triunfando o no, y demás pollas) consiguió emocionarme... Ya sabéis lo tonto que soy para estas cosas.

Chicas Almodóvar

Por primera vez, y sin que espero sirva de antecedente, me las voy a dar de listillo en el tema del cine. Si los seguidores de Tarantino afirman (y no les contradigo) que es un auténtico genio a la hora de crear diálogos entre personajes femeninos, yo he de apoyar a Almodóvar a la hora de crearlos. Para ello, os incluyo una serie de mujeres aparecidas en sus películas.

Raimunda (Penélope Cruz en Volver). La superviviente. Es una mujer fuerte, luchadora pero al mismo tiempo la más frágil del planeta. Rural y ordinaria, pero es uno de los personajes que más admiro de toda la historia de Almodóvar. Por como es capaz de cargar sobre sus hombros historias que a cualquier humano medianamente simple hubieran destrozado.

Manuela (Cecilia Roth en Todo sobre mi madre). La fuerte. Mi personaje almodovariano femenino por excelencia. Manuela recibe el peor palo que una mujer pueda recibir, y aún así tiene la fuerza y el coraje de ir en busca del padre de su fallecido hijo, sólo para comunicarle la muerte. Por el camino, con múltiples baches, descubrimos a una mujer fuerte, extremadamente bondadosa pero nada tonta y una luchadora nata. La adoro.

Berta (Julieta Serrano en Matador). La madre religiosa. La más extrema de las mujeres creadas por Pedro. Es dura como el hierro y fría como el hielo. Es una mujer exigente y arraigada a las costumbres franquistas y extremadamente religiosas. Es sorprendente como, aún siendo madre, no deja escapar ni una gota de bondad.

Kika (Verónica Forqué en Kika). La ingenua. Utilizada por todos y todas e incluso violada, Kika es una mujer ingenua pero con un gran carácter y una gran fuerza.

Leo (Marisa Paredes en La flor de mi secreto). La desengañada. Leo es una mujer dependiente de su marido. Locamente enamorada de él. Es muy buena escritora, pero es una de las mujeres que más sufre y ha sufrido. Y todo por culpa de un desengaño. Leo es dura como una piedra pero no puede evitar sentirse astillada por el comportamiento del marido.

Lola (Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios) La histérica. Lola es una mujer que por culpa del amor se convierte en un auténtico huracán. En una persona nerviosa y que, en un par de días, ve amenazado todo su mundo, tanto personal como físico y, sin embargo, consigue reestablecer toda su cordura aunque para ello se vea amenazada de muerte o tenga que drogar a sus enemigos.

Gloria (Carmen Maura en ¿Qué he hecho yo para merecer esto) La sufridora. Maltratada físicamente por su marido y psicológicamente por su suegra, Gloria es la única pieza más o menos estable de un hogar pobre y de una familia completamente destrozada. Y si con estable me refiero a un ama de casa que asesina a su marido con una pata de jamón y que está enganchada a los tranquilizantes, ya podéis imaginaros en qué situación se encuentra.

Este ha sido el resumen de mis personajes femeninos favoritos en películas de Pedro Almodóvar. Eso si, que nadie se olvide de la suegra esquizofrénica (Julieta Serrano en Mujeres al borde de un ataque de nervios); la hermana asustadiza (Lola Dueñas en Volver); la chica en coma (Leonor Watling en Hable con ella); la transexual (Antonia San Juan en Todo sobre mi madre)… etc.

Algo que yo mismo he decidido destruir

Todo se acaba. A veces, incluso, sin ni siquiera haber comenzado. No estaba muy seguro hasta hace poco tiempo. Sabía que había algo. Mejor dicho: que podía haber algo. Pero hoy tengo que decírtelo. En efecto, tengo que decirte algo pero no sé como. Porque no sé como te va a sentar. Quizá estás llena de ilusiones. Tal y como yo lo estuve. Pero ya no. Lo siento, pero ya no. Tenemos que vernos. Pero vernos creo que va a suponer partirte el corazón. En dos. Creo que de mi boca van a salir palabras que no te van a gustar. Después de tanto tiempo y de haber yo gastado tanta saliva y tantas teclas, esto se va a hundir del mismo modo que el "corazón del mar". Lo siento.

No es nada seguro, pero todo indica que...

Y también lo siento por ellos, por los que me han apoyado, por los que han invertido su esfuerzo en que yo construyera algo tan dificil, pero que tras casi conseguirlo, vergonzosamente yo mismo he decidido destruir.

10-9-8-7-6-5-4-3-2-1

Eres una bomba. Sí, quizá tienes dos brazos y dos piernas pero eres una bomba. Sabes que en tu interior guardas algo. No sabes que es: si son palabras, si son imágenes... Pero sabes que quieres que todo se escape ya de tu interior. Porque te incomoda. Quieres explotar como ningún humano lo ha hecho. Chillar y chillar. O, mucho mejor, vivr algo que te cambie por completo. Tienes la oportunidad de girar tu vida, ya has hecho la mitad. Pero por algo no quieres. Sólo quieres grita. Mucho. Y que salgan esas palabras que te liberen. Que te hagan sentirte bien. Romper las normas o robar en una tienda. Pero lo necesitas ya. Necesitas un detonante. Un detonante que te haga reventar y por fin darte cuenta de qué coño es lo que ocurre en tu interior.

Telegrama de Dios

Estúpidas mentes humanas. Ignorantes. Casi sin miedos ni mimetizantes. No os entiendo ni os acaloro. Os doy todo y no cogéis nada. Os doy cuadros y los ignoráis. Os doy paisajes y los destruis. Os doy amor y no sois capaces de cuidarlo. Os doy cerebro y ni siquiera os planteáis usarlo. No sé ni porqué me molesté en daros hormonas.

La mirada de la cajera

Hoy me ha pasado algo extraño en el supermercado. Sólo he bajado a comprar una barra así que no me he entretenido mucho. Delante de mí, en la cola de la caja, había una pareja, prototipo de imbecilidad que sólo son capaces de superar determinados ciudadanos estadounidenses. Muchísimos chistes sin venir a cuento y numerosas tontadas mientras la cajera, amargada y desganada, pasaba los productos por el cacahrrito que hace "bip".

Han sido un total de 16 productos, así que cuando el dúo imbécil se ha marchado he puesto mi humilde barra en la sucia cinta transportadora. Hasta ahora, todo normal. Lo raro ha sido cuando me ha devuelto el cambio. Yo, en un gesto de mala educación aún llevaba los cascos puestos en los oídos pero no ha dicho una palabra. Lo raro ha sido su mirada. Extraña e intensa. Y de repente ha sonreido. No sé si porque ha visto mi cara de asco ante la extraña pareja. O por si mi barra ha aliviado sus ya aturdidos brazos. Pero me ha mirado de un modo realmente extraño.

No es la primera vez que la veo, es una de las pocas empleadas fijas que los supermercados se dignan a contratar, de modo que ya la había visto por ahí en alguna ocasión. Y, desde luego, esta no era la primera vez que me cobraba. Pero nunca me había mirado. Esta señora, de unos aproximados cincuenta años, simplemente me decía el precio y ya. Hoy, en cambio, me ha mirado. No tiene unos ojos bonitos. Ni siquiera un llamativo rostro. Pero su mirada me ha perturbado.

He vuelto a casa pensando en el porqué de esa mirada. Quizá llevaba manchada la camiseta. O una mancha en mi cara. O simplemente le apetecía mirarme. Me he puesto a pensar también en lo que somos capaces de transmitir al mirar. Podemos odiar, amar e incluso besar sólo mirando. Somos capaces de conectar, de meternos en el cuerpo de otros. Y en ocasiones en el alma, para así poder juguetear con ella a nuestro antojo. Y no sigo divagando, porque el ascensor ya ha llegado a mi piso y tengo que entrar...