Mirar al mar, luego a tus ojos y después tamblar


Mi amor por ella es muy fuerte. Muchísimo. La verdad, creo que no hay nada más fuerte que esto. Muchos me dirán que, por ejemplo, el mar es más fuerte. Pero yo no les creo. No, el mar es peligroso, si, quizá más cuando estás en su interior. Pero siempre habrá tierra. Siempre le parará la tierra. A veces entra como un tsunami pero tarde o temprano se da cuenta de que no puede ir a más... y retrocede, vencido. Así que podemos decir que, en cierto modo, es débil. Mi amor por ella es más fuerte. Mucho más.

1 comentario:

Reverendo Gore dijo...

Yo estoy por empujar a los dos del dibujo para que caigan a las rocas.